Hay una línea muy delgada entre el estrés y la ansiedad. Las dos son respuestas emocionales, pero el estrés esta causado por un desencadenante externo. El desencadenante puede ser de duración corta como una discusión o ser más crónica como una enfermedad. Los síntomas más habituales del estrés son: irritabilidad, fatiga, dolores musculares, molestias digestivas y dificultades para dormir.
La ansiedad, sin embargo, es la preocupación excesiva por los problemas, incluso cuando no hay ningún problema objetivo. Las personas con ansiedad interpretan la realidad como más amenazante de lo que en realidad es, y realizan una interpretación catastrófica de las circunstancias que van viviendo. Los síntomas de la ansiedad son muy parecidos a los de estrés siendo los más importantes: insomnio, dificultad de concentración, fatiga, tensión muscular e irritabilidad, pudiendo llegar a experimentar ataques de pánico cuando el trastorno se va haciendo más grave.
Unos de los tipos más comunes en ansiedad es el generalizado, que en España alcanza, según el Consejo general de Psicólogos, a uno de cada 10 españoles. A la par el estrés alcanza el 60% de los españoles según el INE. Estos datos nos hacen darnos cuenta de la necesidad que tienen las personas de obtener información sobre estas circunstancias y de proporcionar herramientas para poder manejarlas.
Los consejos que pueden seguir las personas con estrés y ansiedad son:
1. Valorar si es posible eliminar el estresor
2. Crear o mantener las relaciones sociales sanas con amigos, familiares…
3. Mantener una buena nutrición evitando la comida basura
4. Relajar los músculos, bien a través de prácticas como el yoga, o con simples estiramientos que pueden aliviar las tensiones musculares provocadas.
5. Meditar: esto nos hace estar en el presente y dejar descansar a nuestro cerebro
6. Duerme bien: Intentar tener un hábito de sueño, no ver el móvil al menos 1 hora antes de dormir y procurar no tomar café ni alcohol unas horas antes.
7. Hacer ejercicio físico: ayuda a dormir y provoca liberación de neurotransmisores que nos hacen sentir mejor
8. Aprovecha para estar en la naturaleza: Múltiples estudios han avalado los beneficios de este contacto.
9. Practica actividades que te gusten: A veces con el ritmo de nuestro día a día vamos dejando las actividades que más nos gustan por falta de tiempo. Es fundamental dejarnos un tipo de ocio y diversión al día para que nos reponga del estrés.
10. Para tus pensamientos: Cuando veas que tus pensamientos van al peor escenario posible intenta paralo y lleva tus pensamientos a cualquier otro lado. Intenta ser lo más realista posible y acepta que hay situaciones que están fuera de nuestro control.
11. Si ves que no puedes controlarlo y que está empeorando tu calidad de vida, considera la opción de acudir a un psicólogo para que te pueda ayudar a manejarlo.
Fuente: Asociación de Psiquiatria Americana (APA)
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