El invitado invisible que arruina tu cena de Navidad (y no es tu cuñado). Guía de supervivencia para unas Navidades sin dramas
- Silvia Sánchez

- hace 18 minutos
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Todos conocemos la escena: la cena avanza tranquila hasta que alguien saca ese tema y la paz se rompe. Si sientes que las discusiones navideñas son cada vez más intensas, no es tu imaginación. Aunque los roces familiares son una tradición, hoy se sienta a la mesa un invitado nuevo e invisible: el algoritmo.

El problema actual es que ya no discutimos solo por tener ideas distintas, sino porque vivimos en versiones diferentes de la realidad. Llegamos a la cena armados con noticias y videos que la otra parte jamás ha visto, lo que provoca que cualquier opinión contraria no suene solo a error, sino a un ataque personal contra esa 'verdad' que tus redes te muestran 24/7.
¿Cómo alteran nuestras opiniones?
Personalización = Selección oculta
Las plataformas usan algoritmos para priorizar contenido según lo que creemos que nos va a gustar y vamos por ello a compartir y dar likes. El resultado: recibimos una confirmación constante de nuestras opiniones y no desafiamos nuestras creencias. Este fenómeno, conocido como filter bubble, fue descrito por Eli Pariser. Estudios con millones de datos confirman cómo los algoritmos limitan nuestra diversidad informativa.
Polarización
Los algoritmos están pensados para captar nuestra atención, por lo que provocan contenidos que contengan emociones (miedo, rabia, sorpresa…). Así las narrativas se vuelven más simples y emotivas, esto amplifica nuestras emociones volviéndonos más extremos.
Sesgo informativo
Como indicábamos anteriormente existe un sesgo a la hora de encontrar información, ya que las redes nos enseñan contenido que sabe que nos gusta, esto hace que se oculten noticias y en ocasiones aquellas que leemos le falten contexto.
Desinformación en redes e IA
A la influencia de los algoritmos ahora se suma un factor más desestabilizador: la desinformación digital, cada vez más difícil de detectar. Ya no hablamos solo de titulares exagerados o malas interpretaciones, sino de material creado con inteligencia artificial (videos, audios, imágenes)que simulan con gran realismo cosas que nunca han pasado. Así que a partir de ahora es mucho más difícil confrontar informaciones, ya que alguna de las personas puede que haya visto u oído información que a veces resulta difícil confirmar si es verdad o no.
“La información falsa y con contenido extremo se difunde más rápido que la verificada”

Recomendaciones prácticas para estas Navidades
Antes de la reunión:
1. Pactar reglas: Si se sabe de antemano que la familia tiene distintos puntos de vista sobre algo muy candente (ej. Política) se puede indicar: “este año no vamos a debatir de política, si surge cambiamos de tema, hemos venido a disfrutar de un tiempo juntos”
2. Prepara estrategia de relajación: Puede ser que durante la comida surja algún tema que pueda tocarnos más personalmente, por lo que es recomendable tener alguna respuesta para bajar nuestra reactividad. Ej.: respiraciones profundas antes de responder, ir al baño un momento y poner tiempo y espacio de por medio, ofrecer un brindis para cambiar de tema, o frase neutral (hoy no me apetece hablar de eso, ¿cambiamos de tema?)
3. Evita el alcohol: la toma de alcohol reduce nuestra inhibición y amplifica las emociones, lo que genera discusiones más acaloradas y agresivas, así que si sabes de antemano que la reunión puede ser conflictiva, evita o reduce el consumo de alcohol.
Durante la conversación

4. Usa la curiosidad como arma: Cuando una persona piensa que va a ser rebatido activa su sistema de defensa, pero si interpreta su interés como genuino baja la guardia. No se trata de estar de acuerdo sino de evitar la confrontación. Ej. “¿te genera inquietud? ,¿hay algo que has visto que te ha generado eso?, ¿Qué pasaría si no se hiciera nada?...
5. Parafrasea antes de responder: Esto reduce la hostilidad porque la otra persona se siente escuchada. Ej.: repetir lo que la otra persona dijo “Sí te entiendo, piensa que si….”
6. No se trata de ganar: Si tu objetivo es cuidar la relación prioriza la conexión y no la persuasión. Hay que entender que las creencias no se van a cambiar en una noche, sin embargo si consideramos que esa relación merece la pena tenemos que aprender que no pasa nada por ceder de vez en cuando, no todas las batallas hay que ganarlas.
7. Poner límites: Se pueden utilizar algunas frases para poner fin a aquellas discusiones que se vayan a ir de la mano y vayan a generar malestar. Ej. “entiendo que esto te importa, pero prefiero no discutirlo hoy”, “podemos hablar de esto otro día con más calma”.
8. Cambiar el foco hacia temas compartidos o recuerdos comunes: una técnica que funciona muy bien es cambiar hacia un tema, que en vez de dividir, una. Ej. Anécdotas familiares, tradiciones, logros. Este tipo de conversaciones generan unidad y evitan las discrepancias.
Cuando lo habitual es que haya discusiones
9. Actividades: se pueden proponer actividades diferentes, ej. Juegos, cuenta cuentos, fotos, cocinar juntos…
10. Poner límites: menos tiempo juntos, buscar diferentes contextos donde reunirse, reuniones más pequeñas…
Frases que podemos utilizar:
Frases a usar | Frases a evitar |
¿Qué es lo que más te preocupa de esto? | Eso no es así, estas equivocado |
¿Cómo viste eso que comentas? | Eso es mentira te han engañado |
Eso te está preocupando, no? | Menuda tontería |
¿Por qué piensas así? | No entiendes nada, no aprendes |
¿Te importa que dejemos el tema para otro momento? | No te soporto y no pienso escucharte mas |
Aunque pensemos diferentes pueden entender lo que dices | Con gente como tú no se puede hablar |

Conclusión
Las reuniones familiares siempre han sido un terreno propenso a las discusiones (diferentes opiniones, valores, formas de ver el mundo…). Sin embargo, hoy las situaciones son más complicadas ya que las redes sociales y los contenidos generados por IA, nos hacen versiones de la realidad muy distintas. Cada persona llega a la mesa con realidades muy distintas que hacen que se polaricen nuestras discusiones.
En este contexto, lo mejor es no tomarse las opiniones como algo personal. Recuerda que estas solo reflejan las experiencias, emociones y fuentes de la otra persona, pero no son un ataque hacia ti. Priorizar la conexión, la escucha y el cuidado de los vínculos es más importante que ganar cualquier discusión.
"Recuerda que en las reuniones no se trata de convencer a los otros de nuestras opiniones sino de compartir juntos un momento de disfrute y compañía, siendo la clave para unas Navidades más tranquilas y relajadas."
Desde CPEM Psicología os deseamos unas felices fiestas y un próspero año nuevo.




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